Poetas Cristianos.

Que tire la primera piedra

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Que tire la primera piedra,
A esa adultera, a esa ramera.
Que culpe…a la culpable…

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Que lance la piedra. Que se atreva…

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Que escupa al cielo,
El que no ande bajo el sol.
Que se admire de lo ajeno,
El que no tenga remordimiento,

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Que señale con el dedo,
El que no tenga pasado…
Que castigue, firme…
El que nuca le tembló la mano.

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Que lance espada, que sepulte,
Que crucifique, que ahorque…
El que este sin mancha, sin reproche.

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Que lance palabra, que suelte su lengua
El que nunca ensucio su boca.

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Que se horrorice de lo humano,
Que cierre la entrada, que de la espalda
El que no fue credo del mismo barro.

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Que hable, que sentencie, que condene,
Que juzgue, El perfecto, el recto…

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Que tire la primera piedra
El que este libre de pecado

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¿Qué nadie dirá nada?

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Autor: Willan V. Castillo

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PASARAN

Pasarán los tiempos. Nuevos tiempos
Tiempos muertos…Pasarán.

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Pasarán las ideologías,
Pasarán los misterios.
Pasarán los imperios…
Los poderosos, Los reinos.
Y Los hombres robustos, los fuertes,
Los orgullosos, los sabios…
Pasarán los minutos, los días,
Los años, los siglos…

-

Pasarán las montañas
Y llegarán a ser planicies.
Las aguas llegarán ha ser hielos.
Los mares serán ríos.
Los climas cálidos, fríos…

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Pasarán lo recién nacidos,
Los niños, los jóvenes, ancianos…
Llagarán ha fallecidos…
Lo grande, Lo majestuoso…
Pasará al polvo…

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Pasarán las estrellas,
El sol, la noche más oscura,
La primavera más bella,
La mañana más tierna.

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La felicidad soñada,
El sufrimiento, el llanto.
Esto también pasará…

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“Cielo y tierra pasarán,
Mas mis palabras no pasarán…”

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Autor: Willan V. Castillo

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CASI SALVO…

“Encontré una mirada perdida,

Extraviada, como ida…

Lo devolví al sendero.

Encontré unas manos vacías,

Las llene hasta rebasarlas.

Merecía, esa paliza,

Puse la otra mejilla.

Encontré un corazón partido,

Lo presione hasta unirlo.

Me cruce con un alma afligida,

Desate el nudo de su garganta.

Me encontré unos hombros cansados

Pase su carga, a los míos.

Encontré hombres con andrajos

Los di mis vestidos.

Llene los templos,

Visite las cárceles, hospitales,

Huérfanos, abandonados…

Cumplí los mandatos.

¿Que mas me falta para ser salvo?”.

Respondió el Maestro:

Vende todo lo que tienes,

Y repártelo a los pobres,

Ven y sígueme…

Entonces, voltió la mirada, dio la espalda,

Emprendió su escapada,

Porque tenía mucha riqueza acumulada.

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Autor: Willan V. Castillo

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HIJO PRODIGO

Salí un día, sin despedida.

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Tú, me proveíste, me protegiste, me amaste tanto…
Y yo por este mi egoísmo, mi rebeldía…
Dije iré por el mundo, conquistaré. Mi propio rumbo.
Me fui lejos por otros parajes
Desiertos, playas, valles, ciudades…
Independencia, vanidades, placeres, deleites…
Recorrí, diciendo: “Soy lo máximo, no necesito de nadie”
Pasé días, meses, años…distantes.
Sin acordarme de ti, sintiéndome autosuficiente.

-

Pero escrito está, mi alma presiente.

-

Y con el tiempo y el desenfreno,
Se agotó mis provisiones, mi sustento.
Llegué a pisar suelo, desperté de ese sueño,
Me di cuenta; me vi de pronto:
Sin una moneda, sin un buen concejo,
Sin una palabra de aliento, sin un brazo extendido…
Sin un bocado, sin un allegado, sin un techo…
Y sin fuerza, sin optimismo, sin aliento.

-

Y como escrito está, lo siento.

-

Llegó el tiempo de la reflexión, de pedir perdón
De regresar arrepentido, porque en ti hay amor,
Protección, provisión, devoción…

-

Y llegué un día, y tal fue la bienvenida,
Que hiciste fiesta, banquete; anunciaste la noticia
En la casa, en el barrio y por todo el pueblo:

“REGRESO ESTE MI HIJO QUE LO DI POR MUERTO”.

 

VALLE DE LÁGRIMAS

“Tenemos tesoro en vasos de barro,
Y vamos pasando ente valle de lágrimas”

-

Atribulados en todo, mas no angustiados;
En apuros, mas no desesperados;
Perseguidos, mas no desamparados;
En luchas constantes, mas no derrotados;
Derribados…resbalo, mas no destruidos;
Perecemos…, mas no desmayamos;
En caídas, mas no desolados;
En duras batallas, mas no vencidos.

-

Pasamos este valle de lágrimas…
Sabiendo que el hombre exterior
Se va desgastando, agotando…
Mientras, el interior, se renueva cada día.
Esta tribulación momentánea va pasando,
Porque las cosas que se ven son temporales,
Mas las cosas que no se ven son eternas.

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Autor: Willan V. Castillo

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TIEMPO DE AMAR.

TIEMPO DE MORIR.

El dijo:
“Es tiempo de amar…”

Es el tiempo de amar con toda mi mente,
con todo mi corazón y con todas mis fuerzas.
Llegó el tiempo de amar a mi prójimo
como a mí mismo.

Llegó el tiempo de amar hasta mi enemigo.
El que me pida, le daré hasta mi túnica.
El que me hiera una mejilla,
le pondré la otra.
El que me obligue a llevar una milla,
le llevaré su carga dos millas.
Saludar hasta el desconocido.
Ahí está el mérito.
Llegó el tiempo de amar,
con ese amor incondicional. De dar.

Ellos le dijeron:
“Es tiempo de morir.”

Pero antes te vamos a perseguir, apresar,
Azotar, escupir, coronar con espinas…
Te vamos a escupir, insultar;
Te obligaremos a llevar tu cruz por un largo trajinar.
En ese lugar, te vamos ha crucificar…
Y cuando ya no puedas soportar,
Te veremos morir…te vamos ha sepultar.

Y así fue. Luego EL dijo:

“Llegó el tiempo de perdonar.”

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Autor: Willan V. Castillo

ES CIERTO…

Es cierto Señor que cuando,
No puedo, tú tienes las fuerzas.
Es cierto Señor que ante tanto desconcierto
Tú eres mi único acierto.
Es cierto Señor que ante lo imposible,
Solo tú estás pronto, visible…

Es cierto, que ante lo indescifrable
Mi razón descansa en El Afable.
Es cierto Señor que ante la busca
De respuestas, tu nombre resuena.

Es cierto que el dolor arremete,
Estremece. Lloro, crujir de dientes…
Y mi cuerpo tiene donde aferrarse.
Donde descansar, reposar…

Es cierto Señor que la angustia,
La tristeza, pena larga…
Han tomado por asalto la tranquilidad,
La calma…hay aflicción, lamento de almas.
Pero tú eres la única esperanza.

Es cierto Señor que hay gritos, llantos
Aterradores; espantos estremecedores.
Hay lágrimas, lluvias, tormentas…
Pero tú calmas aguas, llamas, mares.

Es cierto Señor que esta vida es dura,
Este mundo es cruel…
Pero tú nos das la armadura
Para poder vencer…

INTIMAMENTE

Nuestra relación tan cercana.

Íntimamente, tu espíritu en mi interior.

Acaríciame Señor

Con tus yemas suaves y frescas de tu viento.

Dame Señor hasta el aliento,

Con el aire recién naciente, fresco

Recién salido de tus hojas verdes.

Abrígame, lentamente

Con tus rayos de tu sol saliente.

Íntimamente voy ha escuchar tu melodía

En el bello canto de tus aves silvestres.

Límpiame, este cuerpo expuesto…

En tus ríos y vertientes.

Contémplame y déjame contemplarte,

En la belleza de las flores de campo,

En esos verdes pastos y paisajes.

Amarnos intensamente,

Con los padres y hermanos que me diste.

Y con bella ayuda… que me pusiste.

Y cuando sienta hambre

Voy ha disfrutar de un banquete,

De tus huertos y tus tierras fértiles

Disfrutando íntimamente…

Sintiendo a cada momento

Nuestra relación tan cercana.

Íntimamente, tu espíritu en mi interior.

Yo, y tu Señor en todo mi derredor.

TE COMENTO SEÑOR…

Te comento Señor, que he visto sufrimientos,

Lagrimas, dolores, sangre, lamentos…pleitos.

Dicen – ¡los últimos tiempos¡

Te comento Señor que lo último

Que se pierde no es la ESPERANZA,

Porque hay muchos humanos hermanos

Que andan desesperanzados…sin mañana.

Andan arrastrando su vida,

Llevando la carga infinita de vivir…

Van hambrientos arrastrando estómagos vacios,

Van sedientos llevando gargantas secas.

Andan paso a paso arrastrando…hastiados.

Echando encima culpas, ofensas…

Cargas, llevan millas…sin mejillas.

Y te comento Señor verdaderamente…

Me siento impotente, hiriente…

Estos, llevan cuerpos desnudos,

Enfermos… Algunos, mentes dementes…

Miradas al vacio; ojo hundido.

Mi petición. Tu compasión…

Inclina tu oído, ha esta tu creación.

Que grita como en parto.

Y que se vuelvan a ti, depende de mí…

Porque en ti hay refugio, descanso, luz, salida.

ESPERANZA después de esta vida.

MUERTO YA EL INOCENTE

Muerto ya el inocente…

Vinieron los que le dieron muerte

Para celebrar sus hazaña y echar suerte

De sus vestidos…

Decían. Alaridos. Hablaban fuerte:

Logramos que lo apresaran, lo condenaran…

Otros decían, muy valientes:

Lo abofeteamos, le dimos con palos.

Otros dedican, le llenamos la cabeza

Con espinas…lo coronamos.

Otros decían: lo torturamos con látigos…

Otros: le golpeamos hasta el cansancio.

Otros decían: lo hicimos recorrer

Mucha distancia,

Cargando una madera muy pesada.

Nosotros: clavamos sus pies y manos.

Nosotros: lo crucificamos.

Nosotros: los sepultamos,

Lo enterramos y colocamos una roca en la entrada.

Todos… se alegraban, se gloriaban.

A pesar de tanto haberlo hecho…

El inocente resucitó al tercer día. Es un hecho.

Aunque, esos hombres no lo creían.

Campos de amor y sangre

CAMPO DE SANGRE…

Como si lo estuviera viendo.

Todo empezó con un beso.

Alguien calló .Fue entregado.

En el matadero, un Cordero.

Una oreja en el suelo.

Se escucho el canto de un gallo.

Suenan espadas, suenan palos.

El llanto…Lejos allegados.

Alguien tiro unas monedas.

Alguien se lavo las manos.

Azotes, chorros de sangre

Llantos, ríos rojos. El calvario.

Masacre a un solo cuerpo,

El mundo contra un solo hombre.

Se sosiega con vinagre.

Cabellos rojos, oscuros.

Escupen, dan de puñetazos.

Abofetean,

Manto escarlata,

Hincan su rodilla,

Golpean su cabeza

Vinagre con hiel en su lengua.

Es Rey y su corona es de espinas.

Que crueldad. El lo merece?

La tierra tiembla, el sol obscurece.

Las rocas se parten,

Los sepulcros se abren.

Aparece un ángel:

“No teman…

El CRUCIFICADO HA RESUCITADO”

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Autor: Willan V. Castillo

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